domingo, 18 de mayo de 2008

CAPTITULO 1. EL MOTIVO


Hola a todos, mi nombre es Ilergetux, no es mi nombre verdadero, claro, pero mi identidad debe permanecer oculta.

Si supierais a cuanta gente le gustaría apoderarse del terrible secreto que guardo comprenderíais por que nadie debe saber quien soy.

Todo empezó durante el verano de 2002. En Lleida esta estación suele ser ardiente y húmeda y aquel verano no fue diferente. Por aquel entonces yo era un joven licenciado en ciencias físicas, postgrado en mecánica cuántica por la universidad autónoma de Barcelona con un futuro prometedor como investigador, pero jamás hubiera pensado que todos los planes que había elaborado a lo largo de mis años de estudiante cambiarían de una forma tan inesperada aquella tarde.

El sol ya se estaba escondiendo, y el calor sofocante de la tarde había sido sustituido por una refrescante brisa acompañada de múltiples nubes de mosquitos que iban y venían formando en el aire extraños dibujos cambiantes. Me encontraba frente al río Segre. No hacía muchos años que lo habían canalizado y sus lindes se habían convertido en un lugar de esparcimiento rodeado de césped, gente corriendo, mamás que pasean a sus hijos en sus carritos y equipos de fútbol improvisados compuestos exclusivamente por inmigrantes.

Me encontraba tumbado en el césped acompañado del último libro de Stephen Hawking “Historia del tiempo”, llevaba leyendo cerca de una hora y me sentía algo cansado por lo que decidí irme a casa. Cerré el libro y distraídamente miré aquella nube de mosquitos que ejecutaba un baile aleatorio por encima de mi cabeza y entonces lo ví.

Aquella visión me había dado una idea genial, en mi cabeza imaginé cada mosquito como partículas subatómicas bailando caprichosamente de forma aleatoria sin forma, de repente un mosquito tomaba una dirección y los inmediatamente cercanos adaptaban su vuelo para no separar el grupo, de igual forma se me ocurrió que las partículas podían ordenarse usando la fuerza de interacción débil, sólo moviendo una única partícula se podría ordenar el conjunto. Aquello era la clave, aquellos mosquitos me habían dado la idea básica que sólo tres meses después se habría de convertir en una máquina que había cautivado la imaginación de decenas de escritores de ciencia ficción. Ahora sabía como crear la primera máquina para viajar en el tiempo.

No era excesivamente complicada y aun no sabía para que la utilizaría, construirla me costó la friolera de tres euros y un cuarto de hora. Cuando estuvo terminada me dije. Muy bien, ¡ya la tengo!, y ahora, ¿que hago con ella?. Tenía el aspecto de un bolígrafo, me la introduje en el bolsillo trasero del pantalón y decidí ir a dar un paseo para pensar en que podría usar mi nuevo juguete.

Bajé por la Rambla de Aragón, absorto en mis pensamientos y cuando llegué a la altura de la plaza de Cataluña me crucé con dos chicas que me apartaron momentáneamente de aquello en lo que estaba pensando. Se podrían definir como un delicioso bocado, tengo que decir que poseo un fuerte instinto de seducción que me ha proporcionado en múltiples ocasiones problemas y placeres, y es que cuando descubro un ángel no puedo evitar intentar llevármela al catre, y estas, creedme eran ángeles con mayúscula.


Me hice el encontradizo, dejé caer la máquina del tiempo disimuladamente en frente de las chicas con la esperanza de que alguna de ellas al recogerla del suelo creyera que era un bolígrafo y se agachara para recogerlo devolviéndomelo con una sonrisa.

La reacción de ambas, fue, no obstante, algo diferente de lo que yo esperaba, me dirigieron una mirada de pocos amigos, y eso que mi aspecto siempre ha jugado a mi favor, no es por presumir pero fuí mister Wonder en 2004, un concurso para guapos con talento en la discoteca más popular de Lleida; las chicas, tras la mirada asesina pisotearon sin ningún rubor mi máquina y siguieron su camino seguramente criticando mi osadía.

Entonces pensé : ellas se lo pierden, yo también soy un bocado delicioso, y hay muchos más peces en el mar, pero algo me intrigaba, ¿Qué tenían las chicas de mi ciudad para tener un carácter tan cerrado?.

Decidí descubrirlo, sabía que el origen de la personalidad colectiva se hallaba en la historia, que es la que lleva a un pueblo a ser quien es, y esto no lo digo yo, lo dijo el famoso psicólogo Carl Fridth allá por 1940, de forma que para entender el carácter peculiar de los ilerdenses sólo hace falta conocer su historia y ahora tenía la mejor herramienta para conocer la historia de Lleida y sus habitantes. Tenía mi máquina del tiempo. Además de entender el perfil psicológico de mis conciudadanos seguro que podría ligar.

continuará...

4 comentarios:

Kialaya dijo...

Me vas a permitir que sea muy franca vale? Si no te gusta siéntete libre de borrar mi comentario, porque éstas coss es que depende mucho del gusto. Está bien escrito la verdad, buena gramática, ortografía y sentido de la naración pero la historia es bastante absurda y el protagonista cae fatal nada más empezar, es un creído además que es totalmente irreal. A ver, sí, el tío en un momento de genio va a inventar una máquina del tiempo por tres euros y en un cuarto de hora, venga yaaaaa. Nada más que con esa premisa la historia resulta tronchante y dugna de abandonar. A no ser claro, que esto no vaya en serio sino que sea en plan de coña, vamos, un poco como la Guia del Viajero Intergalactico en cuyo caso entonces me callo y espero a ver cómo se desarrolla. Pero el personaje principal desde luego que da asco. No me extraña que las tias pasaran de él, es un chulo playa ;-)

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo con Kialaya en lo que se refiere a la creación de la máquina, me parece que se le ha prestado poca atención a una cosa que parece ser el centro de la historia.

Lo que menos me ha gustado es la frivolidad y chulería del personaje.

De todas formas la história sólo ha empezado, a ver que nos espera en el 2º capítulo....

SaMtRoNiKa dijo...

Vale a nadie le gusta el prota....es un chulillo SI, pero como a mi me van los House y los Risto voy a ver que pasa con tu historia. (aunque odio los chicos wonder)

Además al ser de Lleida pues me va a hacer gracia que hagas un viaje en el tiempo si es que finalmente decide hacer funcionar el dichoso boli. Espero que las chicas no lo rompieran xD (yo probablemente lo hubiera hecho)

Pues nada te animo a continuar la historia que espero que actualices con asiduidez (nose si existe pero bueno...) y que no nos deje indiferente ^^

muaks

Anónimo dijo...

Notas sobre el autor de Ilergetux.

Tal vez alguien se habrá preguntado quien es el autor de Ilergetux. Podemos deducir bastante a partir del primer capítulo.

Esto parece una novelita de principiante. Casi siempre, la primera obra de un autor es autobiográfica, al menos, en parte. De esta forma, a partir de su experiencia personal, intenta subsanar su inseguridad debida a su falta de experiencia literaria. Fruto de su inseguridad, oculta su nombre, tal como hace el protagonista.

En el primer capítulo se hace una referencia bastante realista de Lleida, por lo tanto, podemos deducir que el autor ha vivido en Lleida y probablemente también ha nacido en Lleida (o alrededores).

Si el protagonista es un "sabio" y un "guaperas", ¿debemos suponer que el autor también lo es? De ninguna manera. Lo más probable es que el autor intente proyectar sus sueños y superar sus frustraciones a través del protagonista. Continuemos analizando el texto...

Un "licenciado en ciencias físicas, postgrado en mecánica cuántica" jamás leería en el año 2002 el libro de Stephen Hawking “Historia del tiempo" que escribió en 1987 (hacía ya 15 años) y dirigido hacia un público sin conocimientos científicos (un libro sin fórmulas, ni ecuaciones, ni terminología técnica). Por lo tanto, y por otras cosas que mencionaré más tarde, el autor no parece muy inteligente.

Habla de que el verano de Lleida es ardiente y húmedo. Lo de ardiente es correcto, lo de húmedo no. Las cadenas montañosas del litoral catalán impiden que la humedad del Mediterráneo llegue a Lleida, y por tanto provocan que el clima en verano sea muy seco. Por otro lado, el poco caudal del Segre no llega a mitigar esta sequedad. ¿Cómo es posible que, si el autor es de Lleida, desconozca este hecho? Muy sencillo, sólo una persona gorda, sudorosa e ignorante puede confundir su propio sudor con humedad ambiental. Con lo cual inferimos que el autor no es, ni mucho menos, atractivo. (Otro motivo por el que prefiere el anonimato y no muestre fotos suyas).

Tampoco tiene mucho sentido que necesite tres meses para diseñar la máquina del tiempo, pero solo quince minutos para construirla. Me recuerda a Homer Simpson (curiosamente también es técnico nuclear), quien también construyó una máquina del tiempo en un ratito y utilizando sólo una tostadora vieja y un tenedor. Parece pues, que inconscientemente, el autor se identifica con ese personaje de los Simpson (probablemente, tanto a nivel físico como intelectual).

Nuestro autor debe tener problemas con los conceptos temporales, pues sitúa la acción en verano del 2002, y en cambio utiliza el pasado para decir que fue mister Wonder en 2004. Por otro lado, como se pueden suponer, el autor, lejos de ser un Don Juan, parece
que no se come una rosca (y no me refiero a los donuts); y nuevamente está proyectando sus deseos y sus sueños en el protagonista; con lo cual estaría más cerca de parecerse a un viejo verde que a un mister Wonder.

Lo más curioso es que su poca y mala experiencia con mujeres la generaliza con "todas las chicas de la ciudad", y lejos de buscar la causa en si mismo y en su carácter, pretende buscarla en la historia de Lleida.

No continuaré comentando el resto de capítulos, para no aburrir al lector. Solo decir, para acabar, que el glosario del quinto capítulo está fuera de lugar. Un glosario está bien para una narración educativa o destinada a niños, pero evidentemente esta narración no es para público infantil y dista mucho de ser educativa. Sólo demuestra, una vez más, la ignorancia del autor, que presupone al lector más inculto que él mismo.

Atentamente,
Cesar De La Cruz